No me cansaré de decirlo, todo esto es mejor que cualquier
sueño que hubiera podido imaginar. Competir en un campeonato de Europa,
impensable hace muy poco tiempo. Ya avisamos que íbamos a ir a disfrutarlo y
vaya si lo hemos hecho.
El viaje empezó el viernes después de comer. Recogimos la
furgoneta de la ONCE y pasamos a por Roberto. Un auténtico lujo de vehículo.
Siete plazas y el tándem sin desmontar ruedas, más ruedas de repuesto,
material, ropa, etc. A mitad tarde llegamos a Alcobendas y allí estaba
esperándonos el perfecto anfitrión, Marcos, un amigo de mi categoría que vive
en Alcobendas. Nos guió en una vuelta de reconocimiento al circuito,
enseñándonos los trucos y peligros y luego nos acompañó hasta el hotel. Sin
palabras, tienes una paella pagada en Valencia.
Esta vez sí que cenamos y desayunamos bien, aprendimos de
los errores de Soria. A las 9:30 estábamos ya en la zona de boxes, preparando
material y saludando a todos los amigos y compañeros paratriatletas. También
nos juntamos algunos de los valencianos allí presentes. Buen calentamiento y a
las 12:30 en la línea de salida.
Habíamos hablado mucho de la estrategia de carrera.
Corríamos solos, ritmo controlado en el primer 5000 y en la bicicleta nuestra
carrera. Circuito muy técnico y duro que marcó las diferencias. Disfrutamos del circuito que nos habían preparado, ni un metro llano, muchas rotondas y badenes, todo esto obligó a Roberto a dar el máximo como piloto. Bajamos a correr el último segmento con los gemelos tocados, pero esta vez sin calambres, nos animamos y conseguimos entrar a meta en 5º posición. Lo mejor, lo competitiva que es nuestra categoría. Todos los compañeros estamos muy cerca unos de los otros y las carreras son muy divertidas.
Seguimos aprendiendo, disfrutando y creciendo, como deportistas y como equipo. Además, tenemos un equipo humano detrás impagable. Algo que nos encantó fue poder lucir los logos se nuestros patrocinadores en un evento tan importante. Muchas gracias a todos!