sábado, 16 de mayo de 2015

Series Mundiales de Madrid (II)

Una vez explicado como nos fue el día previo a la gran cita, toca contar como vivimos el día de la carrera. El domingo arrancaba muy temprano. Nos habíamos puesto el despertador a las 6, pero antes de que sonara ya estabamos despiertos.

El desayuno lo llevábamos de casa. Muy temprano como para desayunar en el hotel y siempre es mejor comer aquello a lo que estamos habituados. Un poco antes de las 7 salíamos hacia la Casa de Campo y en apenas 15 minutos estábamos allí. 

Teníamos que hacer el registro de atletas: comprobar material, números, gorro, mono de competición, ruedas de repuesto, etc. Colocar todo en el box, perfectamente estudiado y medido, último repaso y a calentar. 


Neopreno, gel para activar, goma que nos une y a probar el agua del lago. Temperatura muy agradable, sensaciones muy buenas y cambio de última hora. Roberto siempre nada a mi lado izquierdo, donde yo no veo nada, pero en esta ocasión, por el sol y la suciedad del agua, decidimos cambiar.

Presentación de atletas, este momento es brutal, y a esperar nuestra salida. A las 8:30 PT5 b1 y 3 minutos y 18 segundos después arrancamos.  Habíamos hablado mucho de como afrontar la natación. Siguiendo los consejos de quienes más saben, empezamos de menos a mas, acelerando en el paso de las boyas. De esta forma llegamos a la primera boya muy enteros y nadando muy bien. Justo antes de llegar noto que alguien aparece por la izquierda, después de un intercambio de golpes (totalmente involuntarios) seguimos a nuestra marcha. Pensaba que eran los franceses, pero cuando salimos del agua veo que es mi amigo Dani Llambrich! Si este crack el año pasado me sacaba 1 minuto! Inyección de moral y volamos a por la bici. 


Rápida transición y salimos delante incluso de unos alemanes de la salida anterior. Con muchas ganas empezamos circuito de bici, pero es llegar a la zona más técnica y dura y ambos nos pasan y se nos van. Hacemos nuestra carrera, muy centrados y pensando que vamos solos. Así llegamos a la T2.

La diferencia es ya insalvable, por lo que nos dedicamos a disfrutar de la carrera, la experiencia y el simple hecho de estar haciendo deporte.

Ya vendrán mejores tiempos, de momento este es nuestro nivel. Esto nos tiene que servir para confiar en el trabajo que hacemos y seguir trabajando duro para mejorar en nuesrros puntos débiles. 

miércoles, 13 de mayo de 2015

Series Mundiales de Madrid (I)


Nuestra aventura empezaba el jueves, con una llamada del seleccionador para avisarnos que estábamos dentro. Justo el día anterior habíamos hablado y pensábamos que ya estábamos descartados y anulamos hotel, trasporte y sesión de fisio. Tocó volver a organizar todo en tiempo récord, pero bienvenido sea. Esa misma tarde visita a Fisio Lujan y el viernes por la tarde recogíamos furgoneta de la ONCE, cargábamos tándem e innumerables trastos y dirección a Serra a dormir.


Sábado temprano salíamos hacia Madrid. Este camino casi lo podría hacer yo conduciendo, tres veces en dos meses a competir a Madrid (natación, duatlón y triatlón). En esta ocasión además de Roberto y yo nos acompañaron mi padre y mi hermano. Allí nos esperaba Ana. Todo el equipo al completo (o casi al completo), la ocasión lo merecía.  A medio día llegábamos al hospital de La Moraleja. Me habían citado para clasificarme internacionalmente. Esto se trata de valorar el grado de discapacidad y encuadrarte en alguna de las 5 categorías de triatlón adaptado. Más adelante detallaremos como es este proceso.

Comimos en el hospital (bastante mejor de lo esperado) y de allí directos a la reunión técnica en la Casa de Campo. Lo que más me gusta de esto es reencontrarnos con todos los compañeros y amigos paratriatletas. No os podéis hacer una idea del ambiente tan bueno que tenemos, envidiable. Acabada la reunión fuimos Roberto y yo a dar una vuelta al circuito de bici. Circuito duro, sube y baja constante y con zonas muy técnicas. Estos circuitos no nos favorecen en absoluto, pero es lo que hay,

Cenamos en el hotel (pizza, pasta y lasaña, en plan bestia), todo el material preparado y pronto a dormir, competíamos el domingo a las 8:30 de la mañana, por lo que había que madrugar bastante (con lo que le gusta a Roberto).