miércoles, 21 de diciembre de 2016

Correr en la oscuridad


¿Alguna vez habéis pasado corriendo por un sitio donde no se ve nada? Seguro que sí. La tendencia natural cuando no se sabe donde estamos pisando es reducir la velocidad, por seguridad y supervivencia. Entrenando esto no es un problema, pero, ¿y cuándo pasa esto compitiendo? Entonces el escenario cambia.

En nuestro caso este es el escenario que tenemos cuando competimos. Son circuitos que no conocemos, aunque intentamos reconocerlos previamente, por donde no estamos habituados a correr. Además, cuando corremos rápido ya me viene muy justo ver nada. Por lo tanto la tendencia, como comentábamos antes, es frenar y correr más despacio.


Pero claro, esto no nos lo podemos permitir. Aunque lleve a Insu a mi lado, la cabeza intenta frenar las piernas. Pero para esto tengo un secreto, un entrenamiento para ganar confianza. Lo hago muy de vez en cuando, una vez al mes. Siempre en el mismo sitio, el campo de fútbol de Serra, y por supuesto en horas nocturnas.

Al ser un entorno controlado, sin obstáculos, que conozco a la perfección, me permite correr sin ver absolutamente nada y con seguridad. De este modo entreno la cabeza y la preparo para que en competición las piernas no se frenen.

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