Unos días antes no juntábamos en Madrid para preparar los últimos detalles. Drástico cambio de clima, ya que el jueves subía al AVE en manga corta y a mitad camino estaba todo nevado. Finalmente tuvimos mucha suerte y pudimos entrenar con normalidad todos los días. Destacar la amabilidad y gran acogida en el CAR segoviano, donde cada vez que voy me tratan mejor que en casa. Un placer estar unos días con Pablo y Tito.
El domingo nos íbamos muy
temprano dirección Tomelloso (Ciudad Real). Mucho frío pero nos respetó el
clima y ya durante la prueba disfrutamos del sol. En la línea de salida vemos
que el nivel es muy alto en todas las categorías. No en vano España es una de
las potencias mundiales del ciclismo paralímpico.
Arrancamos y, aunque yo me
enfrentaba a algo nuevo, esto es algo que Insu conoce a la perfección. “Visto”
desde detrás aporta una seguridad y tranquilidad enorme. Sabe leer las carreras
y colocarse como nadie y marcarme cuando debemos apretar y cuando tomarnos un
respiro.
Algo totalmente nuevo y diferente
respecto al triatlón, donde disfrutamos mucho, conocí un poco más el ciclismo y
la suerte del debutante cayó de nuestro lado y nos hizo quedar segundos en un
disputado sprint entre tres tándems por la segunda plaza. Un lujo poder
compartir pódium con Carlos y Noel, sobre todo por el significado especial que
tiene para Insu.
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