Con un mar de dudas y muchas incertidumbres nos presentábamos el pasado sábado en el triatlón de Valencia. Era el campeonato autonómico de paratriatlón, por lo que no podíamos fallar, defendíamos título. Tan solo dos días antes me quitaban la escayola y apenas pude probar a nadar, sirvió para decidir que correría con férula.
Nuestra salida era a las 10:35 y tras dejar todo preparado
en boxes nos dedicamos a relajarnos, desconectar y calentar en condiciones. A
la hora prevista vamos a cámara de llamadas y allí vemos que éramos los únicos
sin neopreno, primer error grave. Tal como estaba me hubiera ayudado mucho,
pero ahora ya no había solución. Nos colocamos bien y empieza el Rock&
Roll.
Salimos fuertes, como siempre. Llegamos a la primera boya,
que no está muy lejos, y voy bastante entero, sorprendido y con ganas, pero al
llegar a la segunda empieza la tortura. Es el tramo más largo (unos 500m) que
se me hacen eternos. Me cuesta coger agua, deslizar, se me carga el brazo
izquierdo y no encuentro sensaciones. Luego viendo los tiempos así lo
demuestra, que un mes sin nadar era demasiado. Salimos, yo bastante tocado,
pero con muchas ganas de coger el tándem.
Transición rápida y a volar por el circuito de fórmula 1.
Desde el primer momento las sensaciones son muy buenas, la parte positiva de
haber estado un mes escayolado es que el rodillo ha sido mi mejor amigo. Vamos
muy rápidos, demasiado para el nivel de la prueba, picos de más de 50km/h y
rodando al lado de gente con bici de montaña y sin experiencia. Nos hartamos de
dar gritos para que nos den paso. Perdón si asustamos a alguien, pero mejor eso
que provocar una caída.
Llegamos a la segunda transición y por lo que me dice
Roberto llevamos bastante tiempo a nuestros rivales. Empezamos a correr y el
primer tramo es una locura. Un pasillo muy estrecho, con maceteros enormes y
con mucha gente alrededor. Aquí es donde Roberto se lució, simplemente me tuve
que coger fuerte de su brazo y él me llevó perfectamente. El resto de circuito
fue duro, pero por mi falta de ritmo de carrera. Aunque no había dejado de
correr, no lo hacía a mis ritmos. Roberto aprovechó para vengarse de
cuando yo le he apretado más. Sufriendo bastante, pero un buen test de cara al
Mundial.
Luego contaba que era el triatlón donde más he sufrido, pero
también es verdad que fue el más especial de todos. Correr “en casa” siempre es
especial y si encima es rodeado de los tuyos, pues todo el sufrimiento cobra
sentido.
Que machotes!! Sin neopreno!! Enhorabuena, y mas por superarlo con nota tras haber estado escayolado. Felicidades 1+1.
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