sábado, 18 de julio de 2015

Campeonato de Europa de triatlón


El miércoles de la semana anterior recibíamos la llamada. Ya lo habíamos prácticamente descartado, demasiado premio para nuestra primera temporada. Pero a veces los sueños se cumplen y aquello que a principios de temporada parecía tan lejano, era ya una realidad. Decidimos viajar en coche, por el alto precio del avión y por evitarnos los problemas de transportar el tándem.

El miércoles por la tarde salíamos y llegábamos a las 4 de la madrugada. Directos a dormir e intentar recuperar. Jueves día de reunión técnica, reconocimiento de circuitos y descansar de nuevo. Circuito de natación con un tramo con mucha corriente en contra y oleaje y otro al contrario. Bici llana, con una ligera subida y carrera a pie con muchas curvas y una rampa que se hacía dura. Bueno, es lo mismo para todos, así que tocaba aprovechar nuestros puntos fuertes.
Competíamos viernes a las 16:00 por lo que a las 12:30 estábamos comiendo en el hotel. Preparamos todo y a boxes. Teníamos que aprovechar el primer tramo con corriente en contra para marcar diferencias. Aunque el lago estaba bastante más tranquilo que el día anterior, nadamos mejor que nunca e hicimos el mejor parcial de natación de toda nuestra categoría. Salíamos con la bici cuartos (habían 3 rivales B1 que salen 3min18seg delante). Nos cantan en boxes que hemos recortado delante y tras una transición rapidísima, salimos a darlo todo en la bici.

Intentamos no pensar que llevamos el peor tándem y material con diferencia de toda la competición. Seguro que por ganas no será. Pero desde el primer momento me doy cuenta que algo no funciona bien. No puedo hacer fuerza pedaleando. Intento no sacar la cabeza de la carrera y dar el 200% pero enseguida me doy cuenta de lo que pasa. Mi sillín se ha bajado. No apreté bien el tornillo y lo llevaba unos 5 dedos bajado. Apenas puedo estirar la pierna, noto que me aparecen dolores extraños en las piernas y que ni mucho menos puedo aprovechar toda la fuerza. Decido no decirle nada a Roberto para no sacarlo de la carrera, pero lo que sí que nota él es la falta de fuerza. Esto hace que tenga que hacer un sobresfuerzo para compensar.

Nos pasan dos rivales y perdemos mucho tiempo. Intento no pensar en lo que he pasado, el grave error de novato. Estamos en un europeo, clasificados a base de sudor y mucho esfuerzo, esto es un premio. Escucho a mi padre en la transición y me vuelvo a animar. Empiezo a correr fuerte, quiero quitarme el mal sabor de la bici. Pero el sobresfuerzo de Roberto se iba a notar y no le deja correr como él sabe y ha entrenado. Aun así me guía perfectamente en un circuito dificilísimo y conseguimos llegar a meta séptimos.


Después tocó celebrar las buenas posiciones y medallas del resto de españoles. Para nosotros compartir selección con todos estos ejemplos, como personas y deportistas, es un orgullo. Eva, Rakel, Su y May, Vicente (valencianot!), Alex, Dani, Toni, Jairo y especialmente Dani y Jon, que nos demostramos en todas las competiciones que, pese a ser rivales, fuera de la carrera somos grandísimos amigos. Y no podemos olvidarnos de todos los que no vinieron. Todos se merecen tanto o más que cualquiera de nosotros estar ahí y más temprano que tarde, estarán dando guerra en las grandes citas.