Tanto Roberto como yo trabajamos a jornada completa. Además
a una distancia considerable (Bétera y Almussafes). Por lo tanto tenemos que
aprovechar todo el tiempo que podemos para entrenar juntos. Así que a este
puente de Diciembre le hemos sacado todo el jugo posible.
Empezamos el viernes por la tarde noche. El CEA Bétera (club
de triatlón de Bétera) me acogió para entrenar en la piscina con ellos. Si me
dejan volveré. Se portaron conmigo maravillosamente. En esta piscina hemos
nadado Roberto y yo juntos desde los 9 hasta los 20 años, así que fue como una
vuelta a casa.
El sábado por la mañana salimos a rodar por La Calderona con
el tándem. Serra-Bétera-Olocau-Marines y al volver a casa subimos “El Oronet”.
En esta ocasión nos acompañó mi hermano, que descubrió lo que es subir un
puerto en bicicleta.
El domingo lo aprovechamos al máximo. Fuimos al gimnasio de
Mas Camarena, donde trabajamos un poco de fuerza en el gimnasio. Esto es lo que
menos me gusta y hacerlo acompañado se agradece muchísimo. Luego teníamos
técnica de carrera y cambios de ritmo. Aquí pude comprobar que los
entrenamientos de Roberto están dando resultado. Me llevó con el gancho todo el
rato. Para acabar la mañana, media hora nadando en paralelo (así es como
nadamos en los triatlones). Nunca dejará de sorprenderme lo fácil que es nadar
con Roberto.
Por último, el lunes volvimos a salir con el tándem con mi
hermano. Rodamos hasta Olocau, esta vez apurando en las rotondas y coordinando cada vez mejor. Cada segundo
cuenta y hay que empezar a pulir detalles ya.
En definitiva un fin de semana largo haciendo aquello que
más nos gusta, disfrutar del deporte y con la mejor compañía posible. No
dejamos de ser dos grandes amigos haciendo aquello que más nos gusta.
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